Si estás leyendo este blog, es muy probable que tengas una noción sobre Teoría de Juegos. En alguna materia de la licenciatura habrás escuchado conceptos como “El dilema del prisionero” o el Equilibrio de Nash.
Releyendo “El Economista Camuflado” de Tim Harford llamó mi atención el capítulo 7 titulado “Los Hombres que no conocían el valor de nada” y que justamente trata sobre teoría de juegos.
Harford nos habla un poco sobre John von Neuman (matemático), fundador de la teoría de juegos, que siendo además un entusiasta del póquer se interesó en poder explicar los llamados juegos. “Un juego, para un teórico de los juegos, es cualquier actividad en la cual la predicción que realizas sobre lo que hará otra persona afecta a la decisión que tomas sobre tu propio proceder…”[1]
El capítulo se centra en las subastas. Específicamente en cómo es que diferentes gobiernos han diseñado y puesto en práctica el mecanismo de la subasta como medio de asignación de recursos públicos. Se trata de las subastas de licencias de espectros radioeléctricos a compañías privadas. ¿Porqué podría resultar particularmente delicado y complicado el método utilizado para dichas licitaciones? Una licencia podría valer mucho mas o mucho menos dependiendo quien se quede con las otras licencias “¿cómo podían pujar de una forma sensata por la licencia de Los Ángeles antes de conocer quién se quedaría con la de San Diego?”[2]
Por una falla en el diseño de la subastas, el gobierno de EUA recibió menos dinero del esperado en las licitaciones. Estas fallas permitieron a las compañías “mandar señales” a las otras compañías sobre los diferentes espectros de su interés, de manera que se repartieron las licencias sin tener que competir a través de pujas agresivas que elevaran el costo de las mismas.
Un diferente diseño de la subasta permitió a Inglaterra recibir mas de 29 000 millones de libras gracias a casi un mes de continuas pujas por las licitaciones del espectro 3G. Todo un éxito, superando por mucho los presupuestado.
¿Y qué tiene todo esto ver con las finanzas y los mercados bursátiles? ¿Has escuchado sobre los dark pools? Dark pools son “sitios” donde se lleva a cabo el comercio de acciones. A diferencia de una bolsa, donde la intención es que exista la mayor transparencia posible, en un dark pool no se revela la identidad de los compradores y vendedores ni el volumen de las transacciones. Por ejemplo si un fondo necesita comprar un gran bloque de acciones y coloca esta orden de compra en un dark pool, nadie podrá ver esta orden hasta que se realice el match. Esto evita que se den movimientos adversos en los precios producto del conocimiento del volumen de la orden de compra. Como en el póquer, se hace difícil interpretar las señales que mandan los otros jugadores. Sin embargo sobre la práctica se aprende y ya existen los llamados gamers o shark traders que continuamente monitorean los dark pools en espera de alguna huella que delate una operación sobre la cual sacar provecho.
Existen varios dark pools, generalmente son operados por bolsas electrónicas. Uno de los mas famosos es Turquoise que opera en Europa y que fue creado por 9 de los principales Bancos de Inversión, entre ellos Deutsche Bank y Morgan Stanley.
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